Jacob tiene 3 años, cada vez que alguien se le acerca, sale corriendo, llora y comienza a gritar, sus amigos/familiares no entienden por qué se comporta asÃ, las mañanas son duras para él porque no le gusta bañarse, que lo peinen y se queja de su ropa y se quita la camisa y los pantalones cada vez que puede.
Ana (la mamá de Jacob) está muy frustrada y se siente triste porque no sabe por qué se comporta asÃ. Un dÃa Ana estaba en un salón de belleza cuando escuchó a Judith hablar de su hijo con problemas similares a los de Jacob, ella decÃa lo orgullosa que estaba de su hijo porque se estaba portando bien en la guarderÃa; Ana se sorprendió porque no sabÃa cómo un niño que actuaba como Jacob podÃa tolerar estar en una guarderÃa, fue a hablar con Judith y le preguntó cómo habÃa logrado que su hijo fuera a la guarderÃa, Judith le explicó que el comportamiento de Jacob no tenÃa nada. que ver con su personalidad o porque no estaba haciendo un buen trabajo como mamá, explicó sobre el trastorno sensorial y cómo algunos estÃmulos pueden causarle ansiedad y estrés a Jacob.
Ese dÃa Ana empezó a mirar a su hijo de otra manera, investigo, habló con el pediatra y cambio la rutina por algo más amable para él. Ahora Jacob es un niño feliz que se toma su tiempo para hacer cosas, interactuar con otras personas y expresarse.
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